José Beato Guerra y El Eco de El Pardo
A comienzos de siglo XX estuvo trabajando en El Pardo, en la Calle del Sol (actual Eugenio Pérez) el farmacéutico José Beato Guerra. José Beato aparte de preparar fórmulas para curar las enfermedades era dramaturgo, y junto con su hermano Ángel publicó varias obras de éxito.
Hemos encontrado algunas de sus obras:
"Madrileñerías : poesías madrileñas", publicado en 1914, que tiene unas páginas dedicadas a la Romería de San Eugenio (página 91).
"Por otra : monólogo en verso", de 1902.
Y "Mueran los celos : entremés en verso de costumbres madrileñas", estrenado en 1916.
Podemos ver una fotografía de los hermanos Beato Guerra realizada en 1931 en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional.
En 1921 fundó una revista "El Eco de El Pardo" en el que se publicaban noticias, textos literarios, etc. sobre la vida cotidiana de El Pardo. El Eco tuvo una vida corta y vamos a publicar los números que nos ha facilitado Mari Tere García Sansegundo.
Comentarios
Parece ser que el negocio fue traspasado a la licenciada Pilar Calles Michelena después de la guerra. Esta farmacéutica tenía la botica en el mismo número de la misma calle, llamada de Eugenio Pérez desde finales de los años 20.
Así figura en la contribución industrial de 1950. Pero, posteriormente, en el padrón industrial de 1955, la farmacia de la licenciada Pilar Calles aparece en Eugenio Pérez, número 5. Puede ser una errata, o tal vez la farmacia se trasladara a la casa contigua.
Desconozco si la licenciada Calles seguía teniendo la farmacia en los años 60, pero en 1961 recibió el encargo (del Laboratorio Municipal de Higiene del Ayuntamiento de Madrid) de recoger muestras del agua de dos de las fuentes públicas de El Pardo, que resultó estar contaminada, como en años anteriores. Esto obligó a renovar los carteles de "Agua no potable" que había en dichas fuentes, y probablemente fuera la causa de la desaparición de las mismas.
Las fuentes contaminadas, hoy desaparecidas, estaban en las plazas de Rogelio Enríquez y del Generalísimo.
Hasta mí han llegado algunas enécdotas, impresionantes.
Mi madre contaba que durante la Guerra, el camión de la CNT iba por El Pardo llevándose a todos los monárquicos para fusilarlos. Cuando le llegó el turno a mi abuelo, se corrió la voz "¡Que se llevan a Don José, que se llevan a Don José!" y el pueblo entero salió a impedir que se lo llevaran. Le querían mucho.
Hasta mí han llegado algunas anécdotas, impresionantes.
Mi madre contaba que durante la Guerra, el camión de la CNT recorría El Pardo, llevándose a todos los monárquicos para fusilarlos. Cuando le llegó el turno a mi abuelo se corrió la voz "¡Que se llevan a Don José, que se llevan a Don José!" y el pueblo entero salió a impedir que se lo llevaran y le salvaron la vida.
Me hace ilusión que el blog provoque interés y es un orgullo que hayas escrito Anne.
Héctor respecto al nombre de la calle. La actual Primero de Octubre era la Calle de Madrid. La calle El Sol corresponde con la actual Eugenio Pérez, por cierto la calle en la que vivo.
Pués bien,en una entrevista que el día 26 de Febrero de 1919 les hace a los entonces jóvenes Pepe y Angel Beato un redactor del diario “El Adelanto”, de Salamanca, a la pregunta de “¿Qué opinan Uds de los escritores españoles contemporáneos?”, Pepe frunce el ceño y Angel responde :
“Críticos teatrales se puede decir que no existen; hoy la mayoría de los que escriben sobre teatros se concretan a hacer una reseña de las obras , sin que haya un verdadero examen de las mismas. Con la muerte de Catarineu desapareció casi por completo la crítica teatral” etc.
A los descendientes de estos hermanos que fueron amigos de mi abuelo, y de nieto a nieto, os quiero decir:¡Gracias!
Yo soy nieta de José Beato, que debió ser una gran persona.
Yo no le conocí porque murió durante la guerra civil. Pero cuentan que, como el médico de El Pardo no se ocupaba de sus pacientes, era mi abuelo (farmacéutico) quien atendía a los enfermos, sin cobrarles casi nunca nada. Trágicamente, el médico de El Pardo y toda su familia fueron asesinados por el pueblo al estallar la guerra civil. Mientras que a José Beato, por el contrario, el pueblo le salvó la vida - lo cuento en el blog de Javi.
Lamentablemente, mi madre era la hija más pequeña de todos los hermanos y nunca estuvo muy bien de la cabeza... por lo que nos transmitió muy pocos recuerdos del abuelo.
De nieta a nieto, un abrazo!
Anne Görnemann Beato